Un año más llegó el mes de septiembre, y con septiembre el nuevo curso escolar. Para darle la bienvenida los alumnos de 1º, 2º de ESO y Educación Especial realizamos la ya tradicional subida al monte Pituco. El ascenso fue la disculpa perfecta para conocer a nuevos compañeros y revivir los buenos ratos compartidos con viejo amigos del año anterior.
Eran las diez de la mañana y ya lucía un sol espléndido. Nuestro objetivo común era encontrar un refugio donde la sombra nos regalase un momento de alivio. Desde lo alto del Pituco, la isla de Tambo y la ría de Pontevedra dibujaban una preciosa postal en el horizonte. El calor y el azul intenso del mar que dejábamos a nuestras espaldas me hacían sentir nostalgia de un verano que acababa de terminar.
¡Que suerte tenemos de vivir en este entorno! - pensé durante unos segundos.
Sin duda, no puede existir una mejor forma de dar la bienvenida a un año de trabajo que disfrutando de la naturaleza en compañía de antiguos y nuevos profesores y alumnos.
Texto: Alba Rosales (2º ESO B)
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